“Ad Salutem per Oleum” – Aceite de Oliva
Para los antiguos pueblos mediterráneos, la medicina, la higiene y la cosmética formaban un todo en el que el aceite de oliva jugaba un papel primordial como ingrediente de multitud de ungüentos, pócimas, mixturas, bálsamos y perfumes. En la actualidad, los efectos saludables del consumo de aceite de oliva están respaldados por gran numero de investigaciones científicas. Estos son algunos beneficios de aceite de oliva.
El valor terapéutico del aceite de oliva se deriva de su equilibrada composición de ácidos grasos, principalmente ácido oleico y ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, que se encuentran en una proporción ideal para el organismo. Otras propiedades beneficiosas proceden de sus componentes menores, fundamentalmente tocoferoles y polifenoles que tienen un gran poder antioxidante.
Se atribuyen al aceite de oliva la capacidad de reducir los niveles de mal colesterol y mantener los niveles de buen colesterol, lo que ayuda a prevenir la arteriosclerosis. También ayuda en la prevención de la hipertensión arterial y de ciertos tipos de cáncer.
Por su alto contenido en ácido oleico, es también el aceite mejor tolerado por el estómago y parece tener efectos positivos sobre la gastritis y las ulceras gástricas. Dos cucharadas pequeñas en ayunas ayudan, además, a combatir el estreñimiento.
Es muy recomendable en la dieta infantil ya que favorece la mineralización y desarrollo de los huesos y también en la de las personas mayores pues los antioxidantes naturales actúan como un mecanismo de defensa frente a los procesos oxidativos.
Como antaño, el aceite sigue siendo, además, ingrediente esencial de muchos productos cosméticos por sus beneficiosos efectos para la salud y belleza de nuestra piel y cabello.
